Las inundaciones, deslizamientos de tierra y, recientemente, las ráfagas tornádicas son fenómenos naturales que forman parte de la vida de los panameños, pese a ello, sus viviendas son construidas sin consultar un ingeniero idóneo y con materiales de baja calidad.
Uno de esos lugares que nació de la improvisación y en donde la gente construyó como le dio la gana es el distrito de San Miguelito.
Ricardo Sánchez, ingeniero municipal, reconoció que la mala práctica en la construcción de las viviendas es una situación que viene desde la génesis del distrito.
Manifestó que han ido mejorando eso poco a poco, pues un alto porcentaje se acerca al Municipio a solicitar sus permisos de construcción.
Explicó que a la hora de levantar una edificación, lo primero que hay que hacer es que un profesional idóneo diseñe y construya la infraestructura.
Destacó que corregimientos como Arnulfo Arias, Belisario Porras y del centro de San Miguelito tienen una incidencia mayor de construcciones irregulares, pero en las barriadas formales y en las afueras del distrito cumplen un poquito más con los requisitos.
Eric Portocarrero, representante de Belisario Porras, dijo que el 90% de las casas del distrito necesitan fortalecer los muros de contención. Indicó que no se ha puesto un plan en marcha para enseñarle a la población la correcta canalización de las aguas, por lo que se puede repetir la historia del sector 4 de Samaria.
- Cuando alguien va a construir, hay cerveza y licor de por medio, dijo Portocarrero.
2%
Del valor total de la obra por construir es el impuesto que se paga a Ingeniería Municipal de San Miguelito. A pesar de que es un pago mínimo, la gente se salta ese paso y levanta todo tipo de construcciones sin los respectivos permisos.